¿Por qué nos afecta el confinamiento a nivel psicológico?
Actualmente estamos viviendo una situación inusual e inesperada que nos ha obligado a cambiar nuestro estilo de vida y la forma que teníamos de relacionarnos.
Al inicio de la pandemia por Covid-19 vivimos un confinamiento durante el cual no podíamos salir de nuestros hogares excepto para lo substancialmente necesario. Sin embargo, esta situación, se ha ido alargando durante los meses posteriores, donde se han ido cerrando perimetralmente municipios y comunidades autónomas. Nos hemos sentido apáticos, enfadados, tristes, desesperanzados y esto se debe a que el confinamiento trae consecuencias sociales y psicológicas.
El confinamiento trae consecuencias sociales y psicológicas y hace que muchas personas se planteen su sistema de valores.
También se han dado cambios en las relaciones sociales, laborales, económicas y políticas, lo cual ha influido en que muchas personas se planteen su sistema de valores a nivel profundo.
A nivel psicológico, vivir una situación de confinamiento puede resultar en manifestar ansiedad, estrés, ánimo bajo, irritación, intranquilidad, desconcierto y frustración ante la situación. Después de una etapa de confinamiento, la salud mental se ve deteriorada, disminuye la capacidad de concentración y la productividad laboral. Pese a que el confinamiento sea en el domicilio, tiene un impacto en el equilibrio emocional de cada persona, ya que es una privación de la libertad que se utiliza como correctivo a nivel estatal. A partir de los diez días de encierro, los efectos aumentan de manera considerable. La impredecibilidad del tiempo de confinamiento también es un estresor que puede conducir a tener episodios de rabia y frustración.
Pese a que el confinamiento sea en el domicilio, tiene un impacto en el equilibrio emocional.
Esta sintomatología se puede ver agravada por otras patologías existentes previas a la época de confinamiento, lo cual puede derivar en desarrollar trastornos como depresión, ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo (TOC), estrés postraumático, fobias o hipocondría; aunque esto dependerá de la situación individual y de cómo la vivan e interpreten las personas. Las variables que incrementan la probabilidad de presentar psicopatología son: cómo de expuesto se esté al virus, lo que se piensa acerca de la enfermedad y el tiempo de confinamiento.
Por tanto, la situación actual acarrea consecuencias psicológicas y nos hacer replantearnos cuestiones que hasta ahora creíamos cerradas. Las heridas se reabren al vivir con miedo e incertidumbre, sin apoyo social y con nuestro estilo de vida modificado.
Bibliografía
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